Ritual de la abundancia

 Ritual de la abundancia

El universo es rico y hay abundante para todos, por algún problema no te llega la parte que te corresponde. por ese motivo una gran solución es hacer este ritual de la abundancia para reciibir los dones que dios te reservo a ti



Para abrir paso a la abundancia necesitarás:

1 imán rectangular grande
1 vela amarilla, verde y naranja, roja
8 varillas de incienso de sándalo´
7 monedas del mayor valor
miel
1 frasco de cristal con tapa metálica

Deberás conseguir un imán grande, a ser posible,  rectangular.
Coloca el imán en dirección norte- sur, a ambos lados del imán enciende una vela amarilla, verde y naranja. Coloca  seis varillas de incienso de sándalo encendidas alrededor del imán y las velas. 
Sitúate frente al imán y sobre él pon 7 monedas del mayor valor posible. 
Visualiza lo que deseas conseguir con esto y repite tres veces:

“Ángeles custodios de las riquezas de este mundo y de los tesoros infinitos, otorgadme lo que necesito”.

Luego de consumidas las velas amarillas, unta con miel el  frasco de cristal pon dentro las monedas y el imán, tápalo y enciende una vela roja colocada encima de la tapa del frasco. Quema dos varillas de incienso de sándalo:
Mientras enciendes las varillas  reza la oración al Ángel Uriel (ver abajo), luego pon el frasco a la vista de la puerta de entrada de tu negocio o vivienda, en un lugar alto.

ORACION AL ARCANGEL URIEL

Oh. Dios que con inefable providencia
te dignas enviar a tus santos ángeles para
nuestra guarda, accede a nuestros ruegos y
haz que seamos siempre defendidos por su protección
Señor, que nos confías a tus Ángeles para que
nos guarden en todos nuestros caminos, concede
propicio que por intercesión de tu glorioso Arcángel
San Uriel nos veamos libres de los peligros presentes
y asegurados contra toda adversidad.
Glorioso Arcángel San Uriel, poderoso en fortaleza
imploro tu continua custodia para alcanzar la victoria
sobre todo mal espiritual o temporal. Protector mío
concédeme la gracia que te solicito (se pide la gracia
deseada) si es conveniente para el bien de mi alma,
acompáñame y guía todos mis pasos hasta alcanzar
la vida eterna. Amén.

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